El secretario general de UPA Jaén, Cristóbal Cano, ha recorrido, junto a agricultores y cazadores, numerosas explotaciones agrícolas en Siles y denuncia la grave situación que atraviesan los olivareros del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, que sufren cuantiosas pérdidas en sus explotaciones debido a la presencia de especies cinegéticas cuya población aumenta de forma incontrolada.
“La población de ciervos, gamos y cabras montesas está creciendo de forma incontrolada y, ante la necesidad de sustento, buscan comida en los brotes tiernos de los olivos y de los pistachos. Esto impide evolucionar los cultivos, lo que repercute negativamente en los agricultores, que están desesperados porque los daños van a más”, explica Cristóbal Cano.
“Lo primero es autorizar la caza por la noche en parcelas agrícolas, no en zonas forestales, ampliando el permiso, además de al jabalí, a todas las especies. Su población se está multiplicando en los últimos años y está causando daños irreversibles. También creemos necesario limitar o poner barreras para que esa fauna no llegue a la zona de cultivo y así dejen de proliferar pequeños ‘corrales’ que dificultan la vida en el campo”. De la mano de agricultores y cazadores, UPA Jaén considera viable el “uso del rifle y que se permita disparar en la modalidad de arma larga rayada a ciervos, gamos y cabras para bajar la población y disminuir los daños en olivar y otros cultivos. Igualmente debe ser de obligado cumplimiento llevar a cabo en los montes de titularidad privada todas las capturas que vienen recogidas en las modalidades de los planes técnicos de caza, dependiendo del número de hectáreas de cada coto”.