O.CO. lucha por esta zona de Jaén abandonada y deprimida, donde ejercen una labor social con estos niños a los que no solo educan, sino que tomando sus propias palabras “los están criando”.
Si alguien visita el centro verá que esos niños de cero a tres años tienen su vida en la escuela infantil, que en quince días adquieren un nuevo brillo en su mirada, pero la Junta de Andalucía según palabras de estos profesionales “no entiende de miradas infantiles, sino de reducción de gastos”.
La Delegación de Educación dice que la orden de cierre viene de Sevilla, pero ¿de dónde han partido los informes? se preguntan estos trabajadores que dan alimento, cariño y salud a esos niños. Con esas tres palabras se podrían formas las siglas ACASA, que es donde la Administración los quiere mandar.
Es cierto que actualmente, comentan, hay 15 niños más dos, que están a la espera de documentación y los profesionales son doce para atenderlos lo cual ha llevado a la Delegación de Educación a pensar que esto no es rentable porque los gestores solo entienden de números.
Pero no entenderán tanto de números cuando han dejado abandonada la administración del centro y ahora hay una “cebolla” imposible de desenredar. Se debe a los proveedores, pero se siguen sirviendo los productos al centro puesto que los proveedores son personas con familia y entienden de dificultades económicas, cosa que los gestores de la administración, sin alma, nunca comprenderán.
No importa que la Escuela Infantil Santa Catalina tenga una larga trayectoria de muchos años al servicio de unas familias necesitadas de toda ayuda. Se inauguró en 1970, cuando algunos de esos gestores educativos ni siquiera habían nacido y ahora de forma chapucera recomiendan a las familias llevar a sus hijos a un centro concertado, y no solo no se avergüenzan de ello, sino que para promocionar ese centro concertado utilizan una fotografía de la Escuela Infantil Los Remedios.
Los padres acudieron a la Delegación de Educación y vinieron indignados porque allí se pasan la pelota de unos a otros y culpan a la Junta, pero los informes de cierre se han envidado desde aquí: “se tapan unos a otros” comentaron.
Se tapan unos a otros, pero además se contradicen puesto que según comentan los trabajadores hace unos meses se han invertido 43.000 euros en el centro. ¿Cómo se entiende que se invierta ese dinero en una escuela que se ha decidido cerrar y que hagan un acceso para ambulancias?
No queremos entrar en otros temas de funcionamiento del centro que han ido al parecer dirigidos a que se vaya muriendo por sí solo y cuando llegue el momento no haya solución alguna. Solo nos queda animar y apoyar a estos trabajadores y ponernos como representantes de los vecinos a su disposición para unirnos en las medidas que piensen adoptar.