Los menores infractores que cumplen medidas judiciales en el Centro de Internamiento (CIMI) Las Lagunillas y en el Servicio Integral de Medio Abierto (SIMA) -ambos coordinados por la Delegación territorial de la Consejería de Justicia, Administración Local y Función Pública- podrán realizar prácticas y formarse en establecimientos hosteleros de la provincia de Jaén gracias a un convenio de colaboración con la asociación de hosteleros de Jaén HOSTURJAEN.
Gracias a este acuerdo los jóvenes mayores de 16 años que cumplan medidas judiciales tanto en medio cerrado en el CIMI como en medio abierto en el SIMA podrán completar su formación y enfocar su futuro en el mercado laboral en el ámbito de la hostelería. De esta forma, los menores tendrán una herramienta más a su disposición para lograr su reinserción en la sociedad una vez que hayan cumplido su medida.
"Pocas actividades podemos hacer más productivas por los menores que han tenido un tropiezo, que conseguirles formación y acceso a un empleo que les saque del camino que habían emprendido", ha señalado al respecto el delegado territorial de Justicia en Jaén, Javier Carazo, quien ha presidido la firma de este convenio entre las entidades que gestionan estos centros, Fundación Diagrama y Ginso-Imeris respectivamente, con HOSTURJAÉN.
El CIMI Las Lagunillas comenzó a funcionar hace 23 años en Jaén y, aunque el edificio es propiedad de la Junta de Andalucía -que es la que tiene las competencias en materia de Justicia Juvenil-, está gestionado por la Fundación Diagrama. El centro dispone de 44 plazas masculinas en régimen abierto, semiabierto y cerrado; cuenta con una plantilla cercana al centenar de personas entre educadores, equipo técnico, dirección y personal de seguridad. Se organiza en los denominados hogares, pequeños grupos de convivencia, y dispone de diferentes instalaciones deportivas y de recreo, aulas y talleres para la formación de los jóvenes. Con cada uno de ellos se trabaja con un itinerario personalizado para lograr su reeducación y reinserción en la sociedad, que comienza por hacerles comprender el daño que han provocado con su conducta.
En el SIMA se controlan y desarrollan las medidas de medio abierto impuestas por los jueces a los menores, aquellas que no implican privación de libertad. En Jaén, este recurso está adjudicado a la entidad Ginso-Imeris y en él trabajan 13 profesionales entre psicólogos, trabajadores sociales, juristas y educadores.