Los funcionarios de Instituciones Penitenciarias en Jaén han celebrado la festividad de Nuestra Señora de la Merced, patrona de este cuerpo. En un acto celebrado en la Subdelegación del Gobierno, la subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño, ha valorado la actividad formativa y la atención asistencial que se ofrece en los centros penitenciarios como ejes que hacen posible que la población reclusa se integre en la sociedad y se reduzcan los índices de reincidencia.
Catalina Madueño ha subrayado la importancia de las unidades terapéutico-educativas (UTE) y de los módulos de respeto en el desarrollo de la vida penitenciaria, pues su actividad, ha dicho “ejerce un efecto de atracción sobre el resto de los departamentos y sobre los propios internos, en los que genera la legítima aspiración de mejorar su situación personal y penitenciaria”.
La subdelegada del Gobierno ha defendido en otro momento el actual modelo de centro que se inició a partir de 2010, que es el de mejorar el servicio público que se ofrece, al tiempo que se mejoran las condiciones en que los trabajadores han de prestar ese servicio. Todo ello con el objetivo de crear en los distintos departamentos un ambiente “donde prime la tolerancia, el respeto y la convivencia ordenada, dentro de un marco de higiene y salubridad”.
Además, con este modelo se trata de evitar que la estancia en prisión se convierta en una pena añadida a la propia de la privación de libertad.