Agentes de la Policía Nacional adscritos al Grupo de Atención Ciudadana así como de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Andújar, han detenido a un hombre de 30 años de edad, con numerosos antecedes policiales, como presunto autor de un delito de detención ilegal y otro de agresión sexual. El arrestado, supuestamente la intimidó exhibiéndole una navaja en la calle para obligarla a que le acompañara a su vivienda y una vez allí, la ató de pies y manos para evitar que se escapara, siendo retenida en contra de su voluntad. La víctima era amenazada de forma continua con un arma blanca agrediéndola físicamente en la cara propinándole bofetadas.
La investigación se inició tras personarse en dependencias policiales la hija de la víctima, preocupada por el paradero de su madre, al no haber pernoctado la noche anterior en el domicilio familiar. Tras llamarla varias veces, su madre le envió un mensaje de texto pidiéndole ayuda. Mientras interponía la denuncia recibió un mensaje de audio del arrestado, quien desconociendo en ese instante que se encontraba en dependencias policiales, no dudó en amenazarla de muerte a ella y su madre si pedía ayuda a la policía, presenciando los agentes esta situación.
La víctima fue abordada cuando se encontraba paseando por la calle e intimidada con una navaja para que le acompañara a su vivienda, a lo que ella por temor, accedió. Una vez allí y tras negarse a la propuesta que le hizo el detenido a tener una relación sentimental, quiso salir de la vivienda lo que él evitó cogiéndola del pelo y atándola de pies y manos, reteniéndola en contra de su voluntad. Tumbada en un colchón tirado en el suelo no paraba de amenazarla con una pistola, mientras preparaba una mochila con ropa para, según él, irse a la cárcel ya que a ella la iban a encontrar muerta.
Hasta incluso en dos ocasiones el presunto autor de los hechos dejó casi sin respiración a la víctima, utilizando para ello una toalla con la que intentó ahogarla rodeándole el cuello con ella. No quedándose satisfecho, la violentó sexualmente.
Ante las reiteradas llamadas de su hija para conocer su situación, el presunto agresor obligó a la víctima a que le dijera que se encontraba bien y en compañía de una amiga, momento que aprovechó para contarle lo que había ocurrido y quién era el autor.
Gracias a la rápida intervención de los agentes, éstos establecieron un dispositivo junto a la vivienda en aras a la localización y detención del presunto agresor. Tras llamar a la puerta de la vivienda escucharon como una mujer pedía auxilio y una vez dentro pudieron hallar a la víctima con heridas en cuello y manos. En ese momento el presunto autor huyó a la calle saltando por la ventana. Los agentes encontraron varias armas blancas, así como diferentes objetos contundentes que utilizaba para agredir a la víctima. Posteriormente fue detenido en una calle aledaña escondido debajo de un coche.