El grupo de trabajo del lince ibérico (Lynx pardinus), que coordina el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha preparado un informe con los resultados del seguimiento poblacional de lince ibérico realizado en 2022 por las comunidades autónomas españolas con presencia estable de la especie (Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura) y por las autoridades de Portugal. El documento muestra que la población de lince ibérico ha alcanzado los 1.668 ejemplares en ambos países. Esta cifra constituye el máximo numérico registrado desde que existen programas de conservación de la especie, y supone un aumento muy significativo, teniendo en cuenta que en el año 2002 se habían contabilizado menos de 100 ejemplares.
Se han contabilizado más de 300 ejemplares nuevos respecto al año 2021, siguiendo la tendencia de crecimiento continuada desde el año 2015. Esta positiva evolución demográfica permite ser optimista por la reducción del riesgo de extinción del lince ibérico. No obstante, resulta necesario continuar los esfuerzos en marcha dado que la especie aún está considerada “En peligro de extinción” en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
La mayoría de los ejemplares (84,3%) se encuentran en España, distribuidos en seis núcleos de Andalucía, que acogen el 37,6% total de la población, seguido de los cuatro núcleos de Castilla-La Mancha -con un 35,0% de los linces- y Extremadura, con 195 ejemplares en cuatro núcleos de presencia estable. En Portugal, habitan 261 linces en el área del Valle del Guadiana, en tres sub núcleos diferentes (Mértola, Serpa y Alcoutim). En total existen 15 núcleos con presencia estable de linces en toda la Península Ibérica, siendo los más importantes los localizados en el entorno de Sierra Morena –con 782 linces totales-, los Montes de Toledo (272), el Valle del Guadiana (261) y el área de Matachel en Extremadura (138).
En 2022 se han contabilizado 563 nacimientos de 326 hembras reproductoras. La productividad global, entendida como el número de cachorros nacidos por hembra reproductora o territorial, fue de 1,72. Todos los parámetros poblacionales principales considerados (número total de linces, número de hembras reproductoras y número de cachorros nacidos) muestran una tendencia positiva desde el inicio de los programas coordinados de actuación en 2002. La financiación europea, a través de varios proyectos Life, también ha contribuido significativamente en la buena marcha del programa.