El periplo por Estados Unidos de la exposición “Miguel Hernández, a plena luz” no ha podido comenzar de manera más exitosa. El Instituto Cervantes en Nueva York ha albergado durante algo más de un mes –desde finales de enero hasta el 1 de marzo– esta muestra que ha sido visitada por 5.000 personas en la metrópoli estadounidense, desde la que ha partido hacia Chicago, donde abrió sus puertas en la sede que el Instituto Cervantes tiene en esta ciudad, en la que permanecerá hasta el 13 de mayo. De esta forma, “muchos estadounidenses podrán seguir conociendo más sobre la vida y obra del poeta alicantino”, recalca el diputado de Cultura y Deportes, Juan Ángel Pérez, quien detalla que esta exposición está estructurada en torno a medio centenar de documentos, fotografías y objetos presentes en su legado personal, “unos fondos que están custodiados por la Administración provincial desde el año 2012 y que adquirimos a la familia poco después”, según recuerda el diputado.
Pérez destaca el interés que esta muestra está despertando en las diferentes ciudades que ha recorrido hasta ahora: Jaén, Sevilla, Granada, Elche, Manchester y Nueva York, y lo achaca a “la vigencia de los valores que se desprenden de la vida y obra de Miguel Hernández, ejemplo de lealtad y coherencia”. Esta filosofía está reflejada en una exposición para la que se ha contado como comisario con Juan José Téllez, director del Centro Andaluz de las Letras, que ha colaborado junto a la Diputación de Jaén, la Junta de Andalucía, la Generalitat Valenciana y el Instituto Cervantes en la puesta en marcha de esta muestra itinerante.
Fruto de la participación de esta última institución, la muestra inició el pasado año una gira internacional que la ha llevado por sedes del Instituto Cervantes en el Reino Unido y Estados Unidos, a las que próximamente seguirán otros países y ciudades como Dublín en Irlanda; Manila en Filipinas; y Toulouse y París en Francia. Posteriormente, llegará a Madrid, desde donde está previsto que regrese al Centro Cultural Baños Árabes de Jaén, espacio en el que comenzó su andadura. Tras pasar por Nueva York, ya han sido más de 22.000 las personas que han disfrutado de esta exposición.