Las obras del ramal ferroviario entre Linares y Vadollano, que acomete la Junta de Andalucía, entran en su recta final con el inicio de la colocación de los carriles de vía en la plataforma. El consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, ha visitado los trabajos que se llevan a cabo en esta actuación, enfocada al transporte por tren de mercancías entre el parque industrial y la red ferroviaria estatal, y que presenta ya un nivel de ejecución superior al 90%.
López ha subrayado que esta infraestructura ferroviaria "refleja el cumplimiento del compromiso del Gobierno andaluz con Linares y Jaén y supondrá una oportunidad para el desarrollo económico, el empleo y la competitividad empresarial". Además, ha destacado que esta ramal ferroviario "conferirá un impulso importante para el desarrollo logístico de Linares, aprovechando la ubicación estratégica de la provincia en la línea Algeciras-Madrid-París", al tiempo que ha avanzado que "ya se trabaja en la próxima conexión de este ramal con la red ferroviaria estatal, así como en la penetración de la vía en el parque empresarial".
El futuro ramal para transporte férreo de mercancías consta de una longitud de 6,5 kilómetros, que se inicia en el parque empresarial de Linares y concluya en la estación de ferrocarril de Vadollano, si bien su último tramo final, dentro de la zona de ADIF, titular de la estación, así como su adaptación, mediante el cambio de enclavamientos locales de la línea férrea estatal, será objeto de otra licitación. Las obras actuales, que concluyen justo en el vallado de ADIF que rodea el perímetro de la estación de ferrocarril de Vadollano, tienen un presupuesto vigente de 22,62 millones de euros.
Esta infraestructura ferroviaria, cuya ejecución se reanudó el pasado mes de abril, consta a lo largo de su traza de una vía única sin electrificar, pero de ancho mixto, gracias a las traviesas mixtas ya instaladas, que permitirán que circulen tanto locomotoras de ancho convencional, como del ancho internacional o estándar (UIC), que es el que garantiza la interoperabilidad con el resto de países de la Unión Europea, donde predomina el ancho UIC.