La Guardia Civil ha concluido este viernes los trabajos de inspección que se han llevado a cabo, desde el pasado lunes, en las propiedades del empresario de Villacarrillo encaminadas a obtener alguna prueba para esclarecer la desaparición en enero de 2021 de un senegalés de 32 años que trabajaba para él recogiendo aceituna en este pueblo.
Los agentes de la Unidad de Instituto Armado de la UCO, que han contado con perros, buzos en el pozo y el georadar en el registro, han recogido vestigios en los lugares inspeccionados que serán llevados a Madrid para su posterior análisis y comprobación que pudieran suponer avances en el caso.
Fuentes próximas a la investigación declararon que no se descarta volver a realizar nuevas inspecciones en la zona.
La Guardia Civil inició esta inspección el lunes en el garaje del empresario y continuó durante toda la semana en un inmueble así como en un pozo ubicado en esta propiedad.
El Instituto Armado realiza esta inspección, por orden judicial, en el transcurso de una operación abierta, en busca de pruebas para esclarecer la desaparición del temporero, sobre la que se ha decretado el secreto de las actuaciones.
El propietario del inmueble objeto del registro, está siendo investigado y no detenido, sí se procedió al arresto de este hombre por la desaparición, en diciembre de 2013, de un temporero maliense que trabajaba para él en la recogida de la aceituna y al hallar en la finca de olivos que gestionaba unas orejeras del desaparecido con ADN del empresario.
El empresario fue condenado a dos años y medio de cárcel por un delito contra los derechos de los trabajadores y absuelto del delito de secuestro por falta de pruebas.
En ambos casos, los compañeros de los desaparecidos relataron a los agentes que los jornaleros habían discutido con el empresario a quien reclamaban un salario digno.