El comité organizador de los XXIII Premios Max de las Artes Escénicas ha concedido el Premio Max Aficionado o de Carácter Social 2020 a la Escuela Municipal de Teatro ‘Ricardo Iniesta’ de Úbeda (Jaén). Cuando se cumplen veinte años de su creación, sigue teniendo como pilares básicos los valores de la educación, la formación y la cultura como vías para mejorar la calidad de vida de las personas y la comunidad, y aún hoy los consideran el mejor modo de vivir la diversidad, proporcionar un estado de bienestar físico, mental y social a grupos y a individuos.
Nacida en el año 2000 a propuesta de Luis Carlos Latorre y Nati Villar, su actual conductora, la Escuela comenzó como un aula de artes escénicas de la localidad, pero es a partir de 2003 cuando comienza a crecer hacia una propuesta de teatro más social, siendo ya todo un referente a nivel nacional. Corroboran este hecho su participación en citas señeras como el Festival de Artes Escénicas e Inclusión Social (Cuenca), el Festival IGUALARTE (Vigo), la Muestra Internacional de Teatro de Investigación –MITIN (Sala TNT de Sevilla), el proyecto europeo Caravan Next o el Festival Visibles (Sala Tarambana de Madrid).
El comité de los Max destaca especialmente el papel que la agrupación ha desarrollado como dinamizadora cultural y de proyectos comunitarios en torno a la diversidad en la provincia de Jaén y, por extensión, en Andalucía, y su constante apuesta por un teatro cuyo objetivo es, en palabras de su directora, “generar espacios no excluyentes de participación cultural de toda la comunidad, en todas las programaciones, incidiendo en las más elitistas”.
Su modo de hacer teatro es comprometido teniendo en cuenta a todo tipo de usuarios: “Siempre he entendido el teatro desde lo popular y desde la comunidad, partiendo de la cultura de base pero alejándome del mero entretenimiento”, comenta Nati Villar, que entiende que “como centro público de investigación teatral, la Escuela debe ponerse al servicio de la ciudad, salir del aula, llegar a todos los espacios y colectivos que necesitan un altavoz social y educativo potente, sin olvidar que lo que hacemos no es terapia, sino teatro, partiendo de que la diversidad es la gran aliada de la creación, la cultura y el arte”.
El próximo 7 de septiembre, si la situación de nueva normalidad creada por la crisis sanitaria del Covid-19 no lo impide, la directora de la Escuela de Teatro ubetense, Nati Villar Caño (Torreperogil, Jaén, 1969), subirá al escenario del Teatro Cervantes de Málaga para recoger su galardón durante el transcurso de la gala de la XXIII edición de los Premios Max de las Artes Escénicas, organizada por la Fundación SGAE con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga y el propio Teatro Cervantes.
“Recibir el Max de Carácter Social supone para la Escuela el reconocimiento de que la transformación social es posible desde el teatro, pues en el arte están las herramientas más rotundas e intrínsecas que tiene el ser humano para producir cambios sociales”, explica Villar. “Esta mención nos carga de aliento para seguir en la línea de crear escuela con sello de identidad propio, afianzando el compromiso social, lo que comprobamos día a día con los colectivos que forman parte de nuestro centro”, añade, y recalca su alegría frente al mal sabor de boca de haber suspendido forzosamente un programa de aniversario que “estaba ya en la recta final pero que retomaremos con energía para seguir celebrando en 2021”.