María Espejo destaca que han tenido la oportunidad única de conocer de primera mano documentos originales de más de 500 años de antigüedad, tipos escritura gótica y técnicas paleográficas de historiadores para descifrar documentos.
Los más pequeños han practicado la escritura con pluma, se les hizo entrega de un diploma de escribano otorgado por parte del personal del Archivo en el que los propios participantes dejaban por escrito su nombre, donde quedó sellado finalmente con cera roja a semejanza de los antiguos sellos de placa, como forma tradicional de validación de los documentos.