La interpretación del patrimonio es una herramienta idónea para la gestión y la transmisión de los valores del paisaje, entendiendo paisaje como un concepto donde conviven varias dimensiones: la ambiental, la comunal, y la individual. Esta ha sido una de las principales conclusiones de las Jornadas AIP2020, organizadas por la Asociación para la Interpretación del Patrimonio en Jaén.
En la XIX edición de las jornadas de la AIP, desarrolladas este año bajo el título “La memoria de los lugares. La interpretación del patrimonio y el derecho al paisaje”, las personas asistentes pudieron profundizar sobre cuestiones como las formas para transmitir los complejos valores del paisaje o la interacción personas-memoria-lugares, entre otras.
Los contenidos abordados durante los cuatro días que duró este punto de encuentro de profesionales y personas interesadas en la interpretación del patrimonio han permitido extraer una serie de conclusiones, entre las que destacan las siguientes:
-En el concepto de paisaje confluyen los aspectos ambiental, comunal e individual. Teniendo en cuenta esta triple perspectiva, la disciplina de la interpretación del patrimonio puede contribuir en la gestión y comunicación de las distintas dimensiones y valores del paisaje.
-En esta gestión y comunicación resulta necesaria una visión holística, que permita entender el patrimonio como conjunto y no como una serie de recursos aislados e inconexos. Para ello, es fundamental reunir aportaciones y enfoques procedentes de diversos ámbitos (medio ambiente, economía, urbanismo, vivienda, cultura, patrimonio material e inmaterial, antropología, historia, turismo, por citar algunos ejemplos).
-La divulgación de los valores del paisaje ha de ser transversal a la población local y al visitante, pues debe transmitir lo que resulta significativo para las personas. Por tanto, se impone un enfoque de abajo-arriba, recurriendo a procesos participativos como base de las estrategias de interpretación del patrimonio.
-Es importante trabajar a partir de las experiencias, sentimientos y emociones de las personas. Para ello es fundamental hacerlo de forma creativa y tratando de entender un todo en su conjunto, para sus propios protagonistas lo conozcan y lo valoren.
-Estas estrategias centradas en la memoria y las emociones van dirigidas a provocar identificación y aprecio hacia patrimonios cotidianos, patrimonios cuyo sentido y significación se pierden con el actual modo de vida, más apresurado e individual.
-Es necesario cuidar la relación entre paisaje e identidad, pues de la identificación y el aprecio por los lugares es el germen de la conciencia sobre la necesidad de preservación.
-Responsables técnicos y políticos deben dispensar un mejor trato al paisaje.