Desde el sindicato seguimos señalando que las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio de nuestra provincia están trabajando a máximo rendimiento a pesar de la pandemia, llevando a cabo una labor 100% esencial. Pero su realidad se ha visto sobresaltada ante la posibilidad de cambiar de empresa, llenando de incertidumbre a las más de 2.000 trabajadoras del servicio.
En este sentido, desde el sindicato queremos señalar que el proceso de licitación del Servicio de Ayuda a Domicilio de la Diputación Provincial está abierto, que es el contrato público más importante de Andalucía que lleva a cabo una administración por el volumen de millones de horas, y afecta a 92 municipios de Jaén. La inquietud de las profesionales viene ante la posibilidad de cambio de empresa después de más de una década de trabajo conjunto, donde se han conseguido múltiples mejoras, por empresas low cost que no garantizan, para este sector ocupado en un 99% por mujeres, unas condiciones laborales dignas.
Y cabría la posibilidad de sustituir un servicio estabilizado y en permanente mejora para las trabajadoras, en uno altamente precarizado como estamos observando en otras provincias en procesos de licitación similares. Dichas trabajadoras atienden a más de 8.000 vecinos, ayudando diariamente a las personas mayores dependientes o con discapacidad para la promoción de su autonomía personal y, por ello, creemos que es necesario que se escuche su sentir ante esta encrucijada laboral.
La posibilidad de amanecer un día y cambiar de empresa asusta e inquieta, llenando de preocupación a la plantilla. Asistimos en diversos contratos públicos cómo empresas que vulneran sistemáticamente sus obligaciones laborales son adjudicatarias de otros contratos con total impuidad, y lo que no queremos es que se convierta este pilar del estado de bienestar en un servicio low cost, donde los incumplimientos del contrato y las incidencias son el día a día.
CCOO Jaén, junto a las trabajadoras, alzan la voz porque no pueden esperar en silencio y ver impasibles lo que sucede con sus derechos sociales, y han decidido pasar a la acción para reclamar que no se aniquilen las mejoras que han conseguido a través de muchas horas de negociación con las actuales empresas. Para hacer oír su voz, desde el sindicato hemos decidido realizar distintas acciones para hacer un llamamiento a la conciencia colectiva para que el servicio que consideramos esencial continúe en la senda de mejora y que muchos derechos que han llevado muchos años conseguirlos se borren de un plumazo.
Es de justicia que estas trabajadoras tengan un reconocimiento social a través de empleos de calidad y condiciones laborales dignas por todo su esfuerzo durante años y, en especial, por todo lo que han dado durante la crisis del COVID19. Y esto no se hace tan solo con estatuas y aplausos, sino usando todos los instrumentos que da la ley para, en primer lugar, cerrar la puerta a los que las maltratan laboralmente de manera sistemática.