La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía continúa avanzando en nuevas estrategias de conservación y recuperación de fauna silvestre a través de los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREAs), gestionados por la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía (AMAYA). Una de las líneas de actuación más relevantes en los últimos años es la colaboración con entidades especializadas para la liberación controlada de ejemplares mediante técnicas como el hacking o crianza campestre, y el fostering, o crianza en nido ajeno.
Durante 2025, el CREA Quiebrajano, ubicado en la provincia de Jaén, ha registrado hasta la fecha un total de 905 ingresos. Solo en el mes de junio, atendió 475 ejemplares, de los cuales 55 fueron cedidos a entidades colaboradoras como GREFA y Bioterra Andalucía. Estas cesiones han permitido liberar en el medio natural un total de 38 pollos de cernícalo primilla (Falco naumanni), 12 de autillo europeo (Otus scops) y 5 de mochuelo común (Athene noctua). Asimismo, desde este mismo centro se ha participado en la crianza y posterior liberación de cinco pollos de aguilucho cenizo (Circus pygargus), uno de ellos nacido directamente en las instalaciones del CREA, utilizando las técnicas de fostering y hacking en puntos seleccionados de las provincias de Jaén y Cádiz.
El hacking se ha consolidado como una técnica eficaz para la reintroducción de rapaces ibéricas jóvenes, y presenta múltiples ventajas frente a la suelta directa. Consiste en criar a los pollos huérfanos en un entorno controlado, sin contacto humano, que reproduce las condiciones de un nido natural. Durante este periodo, los ejemplares se desarrollan hasta alcanzar la edad suficiente para volar por sí mismos. Esta técnica favorece el aprendizaje del entorno, una adaptación progresiva al medio, mejora sus capacidades de supervivencia y, a largo plazo, incrementa el éxito reproductor. Una de sus principales virtudes es el aumento de la fidelización al área de liberación, un aspecto esencial para especies con comportamiento filopátrico, como el cernícalo primilla o el aguilucho cenizo, que tienden a regresar a criar al mismo lugar donde se desarrollaron.
Complementaria al hacking, la técnica del fostering supone otra vía innovadora y eficaz para recuperar ejemplares. Consiste en la introducción de un pollo en el nido de unos padres adoptivos —de la misma especie o de una especie compatible— que lo aceptan como propio. De esta manera, el ave crece bajo condiciones naturales, adquiere una impronta adecuada a su especie y reduce la probabilidad de enfermedades derivadas del estrés o del contacto humano. Gracias a esta metodología, desde el CREA Quiebrajano se ha logrado reintroducir recientemente dos pollos de aguilucho cenizo, con excelentes perspectivas de adaptación y supervivencia.