Tras más de un mes aguantando este pulso, primero sin intubar y pocos días después dependiendo de un respirador, anoche se quedó sin fuerzas. No tenía patologías previas que hicieran pensar en este final. El virus ha podido con él y se llevó sus proyectos, sus sueños y sus posibilidades de hacerle frente a través de sus pacientes. Al filo de la medianoche sus compañeros conocieron el fatal desenlace de esta larga espera.
Hoy, a las doce del mediodía, todo un hospital de luto se concentrará en la puerta principal para recordarle, para homenajear y despedir a uno de los suyos. Después cada uno volverá a su puesto, ya que hay muchas camas que atender. Este médico vino de Venezuela a buscar mejores oportunidades, pero con las ilusiones intactas de poder ayudar a los demás.
Esta es la segunda víctima mortal de un sanitario en la provincia tras el fallecimiento del enfermero Pedro Carrillo ocurrido recientemente.