La siniestralidad laboral en el sector agrícola es mucho mayor de la que nos indican las estadísticas”, así lo ha manifestado Valeriano Gómez, ex ministro de Trabajo durante la conferencia marco sobre “Las Políticas de la Unión Europea: Perspectiva histórica de la política de seguridad y salud laboral española”, que ha pronunciado en el marco de Agroseguridad 2018, I Encuentro Internacional de la Seguridad y Salud Ocupacional en el Sector Agrícola y la Industria Alimentaria, que se celebra entre hoy y mañana en el Palacio de Congresos de Jaén.
Francisco Reyes, presidente de la Diputación de Jaén; Ana Cobo, delegada del Gobierno Andaluz en Jaén y Jesús González, director general de Relaciones Laborales y Seguridad y Salud Laboral han inaugurado este importante evento que constituirá un foro de intercambio de conocimientos para expertos nacionales e internacionales, fomentando un desarrollo comercial y económico tanto del sector productivo como de servicios, y en el que están participando más de 200 profesionales y expertos en prevención y salud laboral.
“El sector del aceite de oliva ha hecho un tremendo esfuerzo en los últimos años apostado por la calidad y un producto de calidad tiene que tener un empleo de calidad, y en ese sentido los datos que hemos conocido en los últimos meses indican que la siniestralidad en la industria laboral ha aumentado y creo que todo lo que sea reflexionar sobre estos aspectos y conseguir que la siniestralidad laboral sea algo residual es muy importante”, así lo ha manifestado Francisco Reyes, presidente de la Diputación de Jaén.
Por su parte, Ana Cobo, ha incidido en que el agro sistema del olivar es el más importante que tenemos en Andalucía, por lo que está plenamente justificado que se celebre en Jaén este encuentro para abordar los retos que el sector tenga en adelante, en todo lo que se refiere a la seguridad agrícola, agroalimentaria y también medioambiental.
Según ha indicado Valeriano Gómez durante su conferencia, “en 2006, el índice de incidencia de la mortalidad laboral en el sector de la construcción era del 14,4 por cada 100.000 trabajadores frente al 9,35 de la agricultura. Diez años después, en 2016, la incidencia de los accidentes mortales en construcción ha caído hasta 8,62 por cada 100.000 trabajadores, mientras que en la agricultura había ascendido hasta alcanzar 10,24”.