El proyecto Soil O-Live suma un nuevo descubrimiento para la ciencia, la relación entre la genética del holobionte del olivo, es decir, la asociación entre la planta y su comunidad microbiana o microbioma, con una mayor o menor tolerancia al hongo Verticillium dahliae. Esta es la principal conclusión que se extrae del artículo ‘Unveiling essential host genes and keystone microorganisms of the olive tree holobiont linked to Verticillium wilt tolerance’, publicado en la prestigiosa revista ‘Microbiome’ por Antonio J. Fernández-González, Manuel Fernández-López y Jesús Mercado-Blanco, del Departamento de Microbiología del Suelo y la Planta de la Estación Experimental del Zaidín del CSIC, y Alicia Serrano y Francisco Luque, del Departamento de Biología Experimental de la Universidad de Jaén.
El artículo plantea que la comunidad microbiana que reside en un olivo influye en las características de la planta, tales como la resistencia al estrés ambiental y a las enfermedades, y que remodelar este microbioma es una vía prometedora para el manejo de enfermedades en los cultivos. Esto requiere una comprensión más profunda de las interacciones microbianas con su planta huésped y entre sí (holobionte). Para obtener nuevas perspectivas sobre estas relaciones, los investigadores se propusieron identificar genes clave del huésped y microbios vinculados a la tolerancia a Verticilium. En esta línea, el equipo comparó los microbiomas de las raíces de olivos susceptibles y resistentes a la enfermedad, encontrando que ciertas especies bacterianas y fúngicas eran más abundantes en las plantas tolerantes. A su vez, una técnica llamada análisis de redes de coocurrencia ha permitido a los investigadores identificar correlaciones entre determinados microorganismos y la expresión de genes específicos, revelando dos grupos bacterianos clave asociados con olivos tolerantes y genes relacionados con la defensa. Estos resultados demuestran que combinar análisis de la composición del microbioma y de la expresión génica del huésped puede ayudar a desentrañar las interacciones planta-microbioma, señalando el camino hacia nuevas estrategias que aprovechen la ingeniería del microbioma para mejorar la resiliencia del olivo a la verticilosis. Este enfoque también podría ayudar a responder preguntas sobre cómo los genes del huésped moldean el microbioma y cómo el microbioma influye en la resistencia a enfermedades en las plantas huéspedes.
En definitiva, las investigaciones desarrolladas dentro del proyecto Soil O-Live siguen dando sus frutos, realizando grandes aportaciones a la ciencia y sobre todo a la mejora del cultivo del olivar.