El Museo de Bellas Artes de Jaén, dependiente de la Consejería de Cultura y Deporte, ha inaugurado, coincidiendo con el aniversario de los 110 años de la apertura al público de la institución cultural, la nueva sala expositiva en el pabellón norte con una exposición en la que exhibe la una de las principales colecciones que conserva la pinacoteca, la colección de arte gráfico.
La muestra, que ha sido inaugurada por la directora general del Museos y Conjuntos, Aurora Villalobos, junto con el delegado territorial de Cultura y Deporte, José Ayala, reúne un total de 75 piezas, e invita a los ciudadanos a conocer las mejores colecciones de los siglos XVIII al XXI, en un discurso que avanza por las diferentes técnicas y estilos que protagonizan los diferentes periodos artísticos que se desarrollan en el recorrido.
Para Villalobos esta exposición “brinda la oportunidad al visitante de conocer una de las colecciones más importantes a nivel nacional”. Es una exposición “de la que saldrán otras nuevas, ya que rotarán las obras por motivos de conservación y para poder mostrarlas en muestras sucesivas debido a su gran número”. De forma paralela a la muestra, la Consejería editará un catálogo que hará posible profundizar en el conocimiento de cada uno de los fondos de esta colección”.
Desde las técnicas de grabado a buril, del siglo XVIII, con la que se buscaba la reproducción de grandes obras pictóricas, hasta las tendencias más recientes, con la mirada de Ángeles Agrela o Soledad Sevilla, la exposición busca atraer al público y mostrarle una de las colecciones más singulares del museo jienense, en la que se conserva al completo la serie de los Caprichos de Francisco de Goya.
La exposición transita, además, por el camino hacia nuevas formas artísticas, con maestros como Ricardo Baroja, Pablo Picasso o Manuel Ángeles Ortiz, que avanzan a las nuevas formas y técnicas, anticipando los trabajos que se desarrollarán a lo largo del siglo XX. De ahí el discurso avanza por las grandes colecciones de nuestro país que se van incorporando al museo, entre las que se encuentra la colección del taller de Dimitri Papagueorguiu, con piezas que incluyen obras de Eduardo Chillida o José Guerrero, entre otros.