El Área de Gestión Sanitaria Norte de Jaén ha organizado las I Jornadas de Salud: ‘Curando Heridas’, desarrollada en el Hospital ‘San Agustín’ de Linares, y dirigidas a profesionales de toda la provincia, con el objetivo de actualizar conocimientos en torno a esta práctica sanitaria.
La delegada territorial de Salud y Consumo, Elena González, ha inaugurado este encuentro, en el que han participado 100 profesionales. En este sentido, la delegada territorial ha felicitado a los organizadores “por la alta participación de un encuentro que busca la excelencia en el cuidado de las heridas, mejorando su manejo, para hacer posible reducir el dolor, molestias y propiciar la cura en los mejores estándares de calidad disponibles, que son con los que cuenta el Servicio Andaluz de Salud”.
Durante la cita, se abordarán aspectos como el dolor en las heridas, su limpieza y desbridamiento, novedades en la prevención de lesiones relacionadas con la dependencia, la importancia de la compresión en la fisiopatología de la insuficiencia venosa crónica, la herida quirúrgica aguda y técnica Moldan, evaluación de los factores de riesgo en el paciente diabético, el abordaje de las quemaduras en atención primaria, el balance de la implantación de la Enfermedad de Prácticas Avanzadas en Heridas Crónicas Complejas durante su primer año, además de analizar diversos casos clínicos.
Precisamente, el Hospital Universitario de Linares ha mejorado desde el pasado año la atención a pacientes con heridas crónicas y complejas, con la puesta en marcha de una consulta especializada. Para ello, cuenta con la experiencia de la enfermera de práctica avanzada Piedad García Ruiz, experta en Heridas Crónicas por el GENAUPP y Máster en Gestión Integral e Investigación de las Heridas Crónicas por la Universidad de Cantabria.
Las heridas crónicas complejas suponen parte asistencial importante para el sistema de salud, y ocasionan una situación compleja a los pacientes y estrés a las cuidadoras, así como una disminución y pérdida de la calidad de vida. Para el 2024 se estima que entre el 1% y el 3% de la población de los países industrializados sufrirán de una herida crónica estimándose su impacto económico entre un 2% y un 3% de todo el gasto en salud.