El Hospital Universitario de Jaén atiende al año en torno a 800 conductas suicidas en sus consultas de Urgencias psiquiátricas del centro Neurotraumatológico, a través del programa de prevención del suicidio que se desarrolla en la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del centro.
“La detección de estas conductas es una de las actuaciones incluidas en el protocolo de actuación para Urgencias en Salud Mental, señala el director de la Unidad de Salud Mental, Ventura Olea. En este protocolo se realiza una exploración psicopatológica, según el motivo de la consulta, atendiendo a la posibilidad de presencia de riesgo autolítico. Junto a ello, se valora el riesgo de autolisis, atendiendo a diversos parámetros valorados por los especialistas, que será fundamental para tener el cuenta la posibilidad de ingreso en planta de hospitalización, donde será atendido hasta el alta.
Durante el ingreso, se elabora con el paciente el Plan de Seguridad individual, incluido en el protocolo BPSO implantado por Enfermería, que garantiza una evaluación completa. Tras el ingreso, se garantiza la continuidad asistencial en las Consultas Externas, con la cita programada desde la Unidad, y seguimiento enfermero hasta la revisión por el facultativo responsable.
El Área de Salud Mental organiza igualmente formación de profesionales del servicio de urgencias, en la mejora de la detección y valoración del riesgo de suicidio, así como en el proceso de contacto con Salud Mental.
Junto a ello, la Unidad de Salud Mental realiza una serie de actuaciones en diferentes ámbitos relacionados con la prevención del suicidio, como el apoyo por parte de las Unidades de Salud Mental Comunitarias al personal de Atención Primaria en el manejo de pacientes con riesgo leve, a través del servicio de teleconsulta, coordinación telefónica con el facultativo referente, reuniones presenciales, registro de pacientes con conducta suicida incluidos en el programa y formación de una Comisión Interna de Prevención de la Conducta Suicida en la Unidad de Gestión Clínica, con el objetivo de realizar el seguimiento de la implantación del programa, propuestas de mejora, identificar agentes externos que se puedan implicar en la prevención o atención a la conducta suicida o e evaluación de casos. Junto a ello, se designa a un referente del Programa en cada dispositivo de Salud Mental, de entre las categorías profesionales que lo conforman.