El concejal de Mantenimiento Urbano, Javier Padorno, afirma que “son obras que acumulan meses, que representan falta de seguridad en los centros y que provocan que las comunidades educativas se enfrenten a dificultades para abordar el día a día y se vean privadas de espacios necesarios para el desempeño de la labor docente”.
Padorno pide un esfuerzo similar para poner a punto los centros de la capital que se está haciendo desde el Ayuntamiento, para que alumnado, profesorado y familias no tengan que sufrir las consecuencias de la parada injustificada de unas obras muy necesarias para los centros”. El Santo Tomás sigue esperando un ascensor y el de Nuestra Señora de la Capilla sigue abierto en canal en los pasillos a la espera de una escalera de emergencia, ha indicado el concejal.