El alcalde, Julio Millán, y el concejal de Mantenimiento, Javier Padorno, han visitado esta arteria del casco antiguo en la que se ha optado por un pavimento más rugoso en la primera parte, donde se da una mayor pendiente, para facilitar la tracción de los vehículos comerciales que acceden a la zona de carga y descarga.
Con esta mejora se facilita el paso de peatones en una superficie que supera el 80% de la calle, con la eliminación de barreras arquitectónicas y la colocación de nuevos elementos, como arbolado, así como la selección de un tipo de adoquín más vistoso y acorde con este espacio monumental, al tiempo que se facilita el paso de tráfico.