A través de ella, la ciudadanía, ya sea de forma particular o a través de empresas o cualquier colectivo social, podrá comprar un árbol en cualquier floristería o vivero, adquiriendo así su derecho sobre ese ejemplar en el que figurará su nombre.
El objetivo es “rellenar los 900 alcorques vacios que todavía hay en la ciudad y, si se cubriera esta cifra, la idea es hacer nuevos para poder seguir plantando muchos más”, ha explicado el concejal de Medio Ambiente,, José María Cano.