El equipo de investigación que durante un mes ha realizado una serie de intervenciones arqueológicas en la zona conocida como Cerro de la Harina de Bailén, ha presentado los resultados preliminares de esta investigación en el Museo de la Batalla de Bailén. La exposición de los hallazgos ha sido detallada por Juan José López Martínez, José Carlos Ortega Díez, Luis Arboledas Martínez y Juan Jesús Padilla.
Así, los investigadores han detallado que existen evidencias de que la zona pudo ser un asentamiento militar de finales del s. III a.C. o comienzos del siglo II a.C.. En este sentido, José Carlos Ortega, miembro del equipo, sostiene gracias a la “prospección desarrollada por el detector de metales se pudieron encontrar elementos materiales que evidenciarían la presencia del ejército romano”.
A lo anterior, el equipo añade también que se han detectado evidencias de “materialidad cerámica puramente ibérica”. Además, en el “séptimo sondeo, parte de los elementos encontrados eran claramente de origen militar”. Este punto fue clave, sostiene, “debido a que casi todas las piezas halladas aparecían parcialmente quemadas en un foso en forma de U, por lo que es probable que nos encontremos ante un contexto convulso en el que se dañaron parte de estos materiales encontrados”, ha explicado Ortega.
Después de la excavación, los materiales hallados se encuentran en la Universidad de Granada y estudian si efectivamente el Cerro de la Harina fue un asentamiento con finalidad militar. “Esperamos que durante esta fase de estudio la cultura material nos aporte más luz sobre lo que supuso este asentamiento para el territorio colindante, dependiente del oppidum de Castulo”.
A lo anterior hay que añadir que los investigadores mantienen la tesis de que Bailén, a lo largo de la historia, y debido a su situación geográfica, gozó de una situación privilegiada para el establecimiento de enclaves a lo largo de milenios de manera ininterrumpida y con diversas funcionalidades.