Cronexiones es una propuesta escénica cuyo formato es la improvisación. Un encuentro entre dos artistas de diferentes disciplinas, danza y música, para compartir una performance única e irrepetible. Su duración está acotada a treinta minutos, dándole un carácter efímero y un especial valor al momento presente. Una pequeña pieza, en la que prima la experiencia del hecho artístico, tanto para las intérpretes-creadoras, como para el público.
Cronexiones es un proyecto que la coreógrafa y bailarina Carmen Muñoz ha trasladado hasta su Úbeda natal, tras conocer de cerca este planteamiento e incluso vivirlo como intérprete, que nació en el estudio de flamenco La Tacones de Barcelona de mano de los bailarines y coreógrafos Pol Jiménez y Ana Pérez. Esta sesión es la tercera que se celebra en la iglesia de San Lorenzo, siempre con el apoyo de la Fundación Huerta de San Antonio, tras los organizados en 2019 con la bailaora Sali Marino y el bajista Pexu Ruiz y en 2018 con el bailaor Vicente Fernández y el baterista David Ortal.
La improvisación cronometrada presenta una gran complejidad, pues ambos artistas no se conocen previamente. Se encuentran dos horas antes del comienzo del espectáculo y en ese tiempo “pactan” la estructura antes de salir a escena y llevar a cabo la actuación. La actuación se lleva a cabo en la modalidad de “taquilla inversa”. Es decir, se disfruta del espectáculo y cuando termina la función el espectador decide cuánto paga. Esta nueva vía reformula el consumo de la cultura y se adapta la oferta a todos los bolsillos. Además, permite crear una vía de comunicación directa entre el público y los artistas.