La recuperación de los óleos de la colección La vida de José, compuesta por doce piezas pertenecientes a la Santa Capilla de San Andrés, añade dos nuevos óleos restaurados, que se suman a los ya recuperados en los meses de abril y septiembre. Un proyecto respaldado por la Fundación Caja Rural Jaén, que ha presentado el resultado del trabajo realizado por Olga Aceituno con las obras José interpreta los sueños del faraón y José en la cárcel con el copero y el panadero del faraón. Ambas piezas permanecerán expuestas en el Espacio ‘La Rural’ durante las próximas semanas.
“Poco a poco vamos poniendo en valor esta colección, que es desconocida para mucha gente. Además de esa restauración, también es importante que podamos conocer estas obras”, ha destacado el gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García-Lomas, que ha dado a conocer el resultado de la restauración de estos óleos sobre cobre del siglo XVII junto al gobernador de la Santa Capilla de San Andrés, Fernando Casado, y a la restauradora encargada de la recuperación.
Ambas piezas forman parte de la colección de doce obras que narra la vida de José, hijo de Jacob. Pese a que se desconoce la autoría, existe un documento de donación por Ignacio Sanmartín Corvera, datado de 1785, en el que se relata que “están pintados por dos célebres pintores que tuvo el rey Felipe II”. Gracias al estudio del historiador José Joaquín Quesada se ha descartado la imposibilidad cronológica de que estos artistas estuvieran relacionados con Felipe II, pudiendo estarlo, en cualquier caso, con su nieto Felipe IV.
La principal patología que afecta a la colección era el levantamiento de la pintura con respecto al soporte. Algunos fragmentos ya se habían desprendido del soporte causando pérdidas irreversibles. Las pinturas presentaban suciedad superficial, a lo que se unía la oxidación del estrato de barniz. Además, el oro y la policromía de los marcos tenían craqueladuras y leves pérdidas del estrato pictórico, así como numerosas puntas que se habían empleado para intentar paliar los elementos desencolados del soporte.
Al respecto, Olga Cano ha detallado que “lo más importante era la fijación de la pintura, que se ha llevado a cabo con temperatura y humedad controlada. Una vez fijada, ya se ha podido limpiar. Posteriormente se ha estucado y enrasan todas esas lagunas para que se iguale la pintura y no se vean desconchones”