Cirujanos vasculares del Hospital Universitario de Jaén han formado a especialistas que desarrollan su labor en Asturias, La Coruña y Barcelona en ecografía intravascular, una técnica que se desarrollada con éxito en el centro jiennense, de forma que el hospital de referencia ha sido seleccionado para actualizar a los cirujanos en este tipo de intervenciones.
De esta forma, las jornadas han estado centradas en el uso de la ecografía intravascular para tratar los diferentes problemas vasculares, entre ellos, patología arteriosclerótica, aneurismas periféricos y de aorta, minimizando el uso del contraste yodado para proteger los riñones. Ha constado de una parte teórica, y una práctica, con la realización de tres casos en los quirófanos del centro.
“La tecnología IVUS permite realizar pruebas de ecografía a través de ultrasonidos intravasculares mediante la introducción de catéteres especiales. Este equipamiento permite cotejar el resultado de los tratamientos endovasculares, las mejores opciones a escoger a la hora de aplicar la terapia o incluso descubrir posibles complicaciones ocultas u otras alteraciones, reduciendo en todo caso la utilización de contraste yodado, evitando así sus posibles efectos secundarios”, ha indicado el director de la Unidad, Javier Martínez.
El servicio de Cirugía Vascular del Hospital Universitario de Jaén además tiene implantado el uso de dióxido de carbono (CO2) como medio de contraste para sustituir o minimizar en lo posible el empleo de contraste yodado en determinados procesos vasculares. La ventaja que ofrece el CO2 frente al contraste yodado se basa, por un lado, en que no provoca reacciones alérgicas y por otro en que no provoca toxicidad renal. Las terapias endovasculares implican pruebas radiodiagnósticas y medios de contraste, y desde hace un tiempo se está apostando por el uso del gas CO2 para sustituir el contraste yodado en las cirugías y casos en los que está indicado.
“Fundamentalmente se trata de pacientes a los que, hasta el momento, no era posible aplicar terapias menos invasivas por ser alérgicas frente al contraste yodado, lo que significa que estas personas tienen acceso a este tipo de intervenciones, que permiten una rápida mejoría y facilita su recuperación”, ha indicado Javier Martínez. Mediante el empleo del CO2 como medio de contraste se evita, en lo posible, el contraste yodado para no afectar más la función renal en estos casos en que de por sí está afectada, “o, en su caso, complementarlo con el contraste de yodo, pero disminuyendo su cantidad de aplicación en un 80%”, ha señalado Martínez.
La técnica consiste en inyectar gas que se desplaza por la sangre y permite visualizar la imagen del lugar ocupado por el gas, que se eliminaría espontáneamente. Para emplear este medio de contraste se precisa una mínima preparación del paciente mediante dieta para evitar la presencia de gas intestinal, pues éste afectaría a la calidad de la imagen.
El CO2 como medio de contraste está especialmente indicado en pacientes con deterioro renal y se quiere aplicar a cirugías cada vez más complejas, ya que el hecho de no aportar toxicidad permite acortar el periodo de hospitalización, al no ser necesario corregir la función renal, si bien no está indicado en todos los casos.