El municipio jiennense de Castillo de Locubín rinde homenaje a la cereza, durante todo este fin de semana, una fiesta para dar a conocer las magníficas y exquisitas cerezas conocidas en el mundo entero a través de un completo programa de actividades que se ha consolidado en sus 38 años de vida.
Este municipio de 4.000 habitantes se ve multiplicado por dos, durante esta fiesta que se celebra en el segundo o tercer fin de semana dejunio, dependiendo de la madurez del fruto, y que supone un reclamo no sólo para los visitantes sino también para los hijos de Castillo que están repartidos por todo el mundo para que regresen a su tierra.
El origen de la Fiesta de la Cereza y Vegas del San Juan de Castillo de Locubín, se encuentra en junio de 1984, cuando el Ayuntamiento, en colaboración con la única asociación de mujeres que existía en aquella época en Castillo de Locubín, la Asociación de Amas de Casa ´La Villeta´ organizó una jornada para exponer en el Parque Municipal, distintos platos y postres, todos ellos elaborados con cerezas.
Los primeros años la fiesta duraba solo un día, en la cual se celebraba un concurso gastronómico y de productores casi exclusivamente a nivel local, pero poco a poco, se fueron introduciendo numerosas actividades: concursos literarios, jornadas sobre el cultivo de la cereza, taller para niños de elaboración de platos con la cereza, hasta alcanzar el formato actual.
El alcalde de Castillo de Locubín, Cristóbal Rodríguez, ha indicado a Onda Cero Jaén que “la fiesta de la cereza es un reconocimiento al fruto rojo que tenemos en Castillo, que nos diferencia del resto de los municipios, nuestras magníficas y exquisitas cerezas.”
Esta Fiesta de la Cereza poner en valor al pueblo de Castillo de Locubín con una feria distinta a todas, donde se degusta la cereza de todas las formas posibles, desde licor hasta gazpacho de cerezas, una emulsión de sabores a través de los platos típicos del pueblo que se dan a degustar a todos los visitantes.
El pistoletazo de salida de este año lo dio, el viernes, Manuel López, o ‘Lito’ como se le conoce en su tierra natal, embajador del pueblo, catedrático de Instituto, profesor de la Universidad de Granada y escritor, especializado en deportes, que ofreció un pregón cargado de sentimientos hacia su pueblo y hacia la cereza protagonista de estas fiestas.
A continuación, se procedió por parte del Ayuntamiento a la entrega de la Cereza de Oro a los dos vecinos más longevos del municipio a Antonio Guillén, presidente del club de Jubilados del municipio con 98 años y a Ángeles Quesada que tiene 99 años, y que gozan de excelente salud “gracias al consumo de este fruto durante toda su vida” explica Cristóbal Rodríguez.
Asimismo, recibieron ese máximo galardón: la Agrupación musical Cristo del Perdón, la Coral Encina Hermosa y los trabajadores de la Residencia de Mayores Nuestro Padre Jesús.
Durante estos tres días los visitantes tienen la oportunidad de degustar, en la carpa donde se han instalado multitud de stands, la variedad de platos elaborados con el fruto, porque como dice el primer edil a “Castillo de Locubín es fácil de encontrar y difícil de olvidar” a través del gusto de la cereza.
Este año se van a contabilizar a los forasteros para adjuntarlo al expediente de declaración de bien de interés turístico, porque Castillo es el mayor productor de cerezas de Andalucía y goza de un paisaje único el blanco del cerezo y el verde del olivo hacen un contraste y paisaje espectacular” afirma el alcalde.
Este año con más motivo se pone en valor el fruto de la cereza de Castillo que lo diferencia de todos los municipios, debido a la escasa producción por las inclemencias meteorológicas que se han cebado con este fruto.
“Las olas de frío del invierno que necesita el cerezo para que el fruto eclosione a principios de primavera y que tengamos esa flor magnífica del cerezo, ha sido fundamental, sin embargo, la falta de lluvia ha hecho que las cerezas más tempranas, las de mayor rendimiento económico, y en general la producción de cerezas ha bajado más de 60%, los agricultores no estamos contentos” enfatiza el primer edil.
Esta misma situación se ha vivido en el municipio de Torres, donde también se produce este fruto, con cifras muy por debajo de lo tradicional,
así lo exponía la presidenta de la cooperativa San Marcos de Torres de Cereza, Ana San Juan “Este año la cosecha ha sido muy pequeña, tenemos unos 70.000 kilos cuando la media siempre ha sido de 500.000”.
La falta de género de estos frutos, ha hecho que este año no se haya podido vender en otros municipios de la provincia y que sólo se pudieran exponer en la lonja de la Diputación provincial de Jaén esta semana, junto con otro fruto que vive una situación parecida: la breva, típica del municipio jiennense de Jimena.
El presidente de la cooperativa San Isidro de Jimena, Juan Manuel García Amezcua sostenía que “este año tenemos unas cosechas muy malas debido a la sequía, la producción era aproximadamente de 90.000 a 100.000 kilos todos los años y este año nos vamos a quedar en 40.000 a 45.000 kilos”.
A pesar de ello, según García Amezcua, la calidad de la breva sí es buena, no el calibre ideal que normalmente debería de tener, “ahora se está cogiendo una producción del 60% de breva pequeña y el resto de tamaño más gordo, cuando en realidad debería de ser al contrario, un 15, un 20% de breva pequeña y el resto de gorda” ha informado.
Y es que las cerezas de Castillo de Locubín y de Torres y la breva de Jimena son una muestra evidente de la calidad de la producción agroalimentaria jienense y que ponen de manifiesto la oportunidad formidable de diversificar la agricultura con dos productos de calidad que forman parte de la estrategia Degusta Jaén, impulsada por la Diputación de Jaén y que en 2023 ha cumplido 10 años.