En las últimas semanas, las empresas dedicadas al tratamiento de vehículos y desguace de coches para venta de piezas hemos detectado un incremento exponencial de fraudes en la venta on line de piezas usadas para vehículos. Continuamente gente llama a nuestros teléfonos para reclamar una pieza que han pagado hace días y no les llega o , en el mejor de los casos, comprobar que el contacto del impostor es correcto antes de pagar la pieza. Es un fraude generalizado en toda España.
Desde hace unos años, está completamente prohibido que nadie que no cuente con la autorización de CAT (desguace autorizado por la consejería de medio ambiente) pueda vender ningún tipo de pieza procedente de un vehículo desguazado. Es totalmente ilegal que un taller o un particular ponga en el mercado piezas. Esto es así porque los coches son unas bombas medioambientales, contienen elementos que dañan severamente nuestros suelos, nuestra atmósfera, nuestros acuíferos. Es decir, quien compra una pieza de un coche o una moto en un sitio ilegal está contribuyendo a que el agua que beben sus hijos o sus vecinos esté contaminada o que crezca el agujero de la capa de ozono.
Como curiosidad ilustrativa, una de las más inmediatas consecuencias de la compra de recambio ilegal, y por lo tanto de la mala o frecuentemente inexistente correcta gestión de los residuos de coches y motos, es la muerte de mascotas como perros y gatos, se estima (es difícil saberlo con exactitud) que entre 30 y 50 mil mascotas mueren al año en España por el anticongelante de los coches mal gestionado. En una prohibición que, a pesar de conllevar severas multas es ignorada por plataformas de venta generalistas, como Wallapop o Facebook, a las que sólo parece importar el tráfico en sus redes y el beneficio que obtienen con ello, obviando cualquier otra consideración, por lo que nunca comprueban si quien vende tiene autorización para hacerlo.
El método de la estafa es casi siempre el mismo, la suplantación de una empresa conocida. En redes sociales o en plataformas de venta como wallapop, el estafador crea un anuncio con un nombre de empresa conocido, y recopila fotos de las publicaciones de desguaces legales (del suplantado o de otros) y ya solo queda esperar que pique el anzuelo. Generalmente usan como gancho piezas difíciles de conseguir, y evidentemente en el contacto adoptan un aire profesional. Cuando se les pide una factura o un presupuesto, lo envían sin problemas, suplantando una factura original del establecimiento en cuestión. Y el cliente, confiado, paga en un número de cuenta sin ni siquiera comprobar que el titular de la cuenta es o no la empresa a al que supuestamente está comprando. Ni que decir tiene que la pieza nunca llega a destino, ya que obviamente no existe. Cuando el estafado reclama a la empresa suplantada, lo que hacemos es inmediatamente denunciar ante las plataformas o a la policía, pero no vale absolutamente de nada porque en el mismo día del cierre (que desde luego no es inmediato desde el momento de la denuncia) los estafadores se abren otro perfil y siguen funcionando sin que nadie haga nada.
¿Cómo puede un cliente detectar si es una estafa? Ante este panorama que dura ya meses, la gran mayoría de desguace autorizados han optado por no vender a través de plataformas generalistas que torpedean su negocio. Es muy probable que una pieza ofertada a través de Wallapop o Facebook sea una estafa. La solución para el cliente es tan simple como ver quien es el anunciante y buscar los datos en la Consejería de medio Ambiente de la comunidad y contactar con la empresa a través de estos datos públicos, donde le confirmarán si la pieza ofertada es real o no. En general hay que desconfiar de los precios chollos y de las piezas que están agotadas en todos lados y extremar el cuidado. Mucho cuidado también con los whatsapps extranjeros, muchos de los afectados en estas últimas semanas hablaban con números de Chile (¿cómo un desguace ubicado en España va a dar un contacto de la otra punta del mundo?). También es muy recomendable ver quien es el titular de la cuenta bancaria o del bizum que nos dan para pagar.
Pero sin duda el mejor método para protegernos es comprar online directamente en el establecimiento, cualquier desguace medianamente serio tiene su propia página web, que actualiza al instante su stock y que cumple con todos los requisitos legales. En nuestro caso, es www.desguacejtorres.com